“INTELIGENCIA EMOCIONAL”

Que bonito desnudarse en letras,
placentero para quien las encuentra,
apasionante para quien las lee,
un verdadero castigo, para quien quiere, pero no debe.

Me brindaste amor y desamor,
despecho y cambios de humor
y aquí estoy, escribiendo sobre vos,
ya no sé si por fortuna o desgracia, pero seguís siendo parte de “mi inspiración”.

Así será por un tiempo, aunque no necesariamente de tu amor o lo nuestro.
Disfruta de esto, en lugar de tanto lamento.
No vaya ser que al amanecer cambie de opinión
y que alguien más robe por completo mi atención.

A pesar de, que en mis pensamientos andas en completa desnudez
y no hablo de tu piel, ni de la simetría de tus pechos
o lo redondo de los dedos de tus pies,
no haces falta aquí, en donde siempre terminas de doler.

El aroma a tierra mojada y el viento en el rostro, me saben querer
y tu boca muchas veces me supo a miel,
lamentablemente, en nuestro último beso: me envenenaste con toda hiel.
Así que, cariño: Me quedo con la naturaleza, por mi propio bien.

No te equivoques, no me estoy torturando,
antes me desarmaba y me ardía el alma por querer llamarte y mensajearte (jamás lo hice)
y ahora, solo quedan gotas de lo que un día pude amarte.
Poco a poco iré matando lo que queda de vos, como ya lo hiciste, matando lo que quedaba de mi, en vos.

Ya no puedo darme el lujo de retroceder por vos,
ya no estás en mis planes,
tampoco te espero como algunos meses atrás,
justo ahí, tenías la oportunidad,
de tomar el riesgo conmigo y volverlo a intentar.
Demasiado tarde, cariño,
no supiste ser, conmigo.

No te sorprendas si te encuentras con versos en donde confieso que me haces falta,
porque los latidos no mienten y este intenso corazón no olvida, la memoria no falla
y mi inteligencia emocional tampoco, de hecho:
me hace más atractiva, más adictiva y, además: me detiene, a cometerte de nuevo, amor.

© -A.R.
Ciudad de Guatemala 28 de mayo de 2,019